31.8.04

Weæk Meæt

Mientras colgaba la medalla a la persona equivocada estaba siendo al mismo tiempo apuñalado por la espalda por esa misma persona. Como no me apuñalaban en siete años. El paso del amor al odio es rápido. El cinismo me pone enfermo. Y así, se ha destruido una amistad, y se ha hipotecado cualquiera de las dos posibles relaciones que surjan del entuerto. Eso sí, a tragarme la mitad de las palabras, porque sólo a mí se me ocurre juntar a dos ejemplares como ésos. Bien merecido me lo tengo.