Pollo asa'o

Reconozco que ver un coro cantando en el metro es muy muy freaky. Pero cuando estás dentro es otra cosa... alegra y libera. Ayer tuvimos concierto con otro coro y después nos fuimos todos a cenar a un restaurante Pinocchio, el de Eduardo Dato. Normalmente íbamos a Kloster, pero además de que es pequeño, la penúltima vez después de que corriera la sangría nos invitaron a chupitos y curiosamente había un error de más de 150 € en la cuenta... sin contar la cara de coliflor con la que nos miran cuando ya con el puntillo nos ponemos a cantar.
Pues bien, esta vez éramos más y fuimos al Pinocchio donde cenamos bastante bien, también con nuestras sangrías, nuestro chupito cortesía de la casa y nuestras canciones, con camareros que nos trataban amablemente e incluso disfrutaban con la música y que no trataron de timarnos aprovechándose de las circunstancias.
Pero lo más surrealista de todo fue cuando, al marcharnos, el maitre nos pidió que le cantáramos El Menú al cocinero. Como era un vergonzoso y no salía, nos dijo que entráramos a la cocina. Y ahí estábamos 40 personas en una cocina minúscula alrededor de una mesa de amasar pizzas cantando el "pollo asa'o asa'o asa'o con ensalaaada" bajo la atenta mirada de todo el personal del restaurante que asomaba la cabeza por la puerta como los hermanos Dalton.
Una de las cosas que me voy a perder el año que viene.