1.5.05

Aniversario

Esta noche se cumplen dos años desde que conocí al que fue mi primer novio. Aún tengo un bonito recuerdo de aquella noche. Un baile, un beso... Pero no uno cualquiera, no de los que vienen de frente, atacando. Fue de aquéllos que comienzan desde la oreja, cuando te das cuenta de que el eje vertical que pasa por tu boca se encuentra en el lado opuesto del plano definido por el cuerpo del contrario, por decirlo al modo cartesiano. Y estás ahí, de repente, bailando íntimamente con un casi desconocido y te ves indefenso. Tratando de buscar la salida para tu boca, que está apriosionada detrás de ese plano virtual, encuentras un pequeño resquicio junto a la mejilla. Pero al pasar rozas sin querer la pared, dulcemente áspera y saltan las alarmas. Un escalofrío por la espalda. Frente con frente, luego nariz con nariz, apenas un leve toque. Al final el momento en que los labios se aprisionan, como una suave pinza. Ya no hay música, ni gente, ni espacio alrededor.
No sé si sería porque era la primera vez con un hombre, o que realmente besaba bien, o un poco de las dos cosas, pero guardo un recuerdo dulce de aquella madrugada del 2 de Mayo. Mi celebración particular.