5.5.05

Mai

Éste es uno de los peores meses del año. Lo es por culpa de la escuela, por los exámenes y las entregas finales. Cuando la gente empieza a ponerse morena y a primaverear por los parques, tú estás en casa con cara de acelga haciendo líneas, con la única compañía del Messenger y de los que, como tú, tienen aspecto de algún ingrediente del potaje.
Ya me pasó hace dos años, y el año pasado con Elvis , con quien vuelvo a tener trato... y me pasará este año otra vez: este fin de semana se presenta la oportunidad de conocer a un chico. Y lo digo así, porque la búsqueda y captura no me suele dar buen resultado, pero el otro día preguntándole a Elvis si tenía algún amigo para mí dijo "ya te presentaré a mi amigo Pete". Entonces se me iluminó la mente y recordé que ya lo conocía, que me había fijado en él cuando empecé a salir con Osci, claro que entonces yo estaba muy a gusto y no trascendió más. Así que llevo dos semanas como un tonto esperando a que llegue este finde en el que saldremos varios amigos y previsiblemente Pete venga con nosotros.
Y es absurdo, porque el chico ni es guapo, ni está especialmente bueno. Pero tiene tres cosas: una mirada de ésas que hablan solas, un cuello precioso (un fetiche...) y que se parece físicamente al ex de una amiga que siempre me pareció muy atractivo.
Eso es lo malo, el añadir cualidades a una persona antes de saber si las tiene, por el mero hecho de parecerse físicamente a otra persona. Así que me lo estoy tomando con calma, para no cagarla otra vez y ser capaz de ver en la gente lo que hay y no lo que yo quisiera que hubiera.