19.5.05

Ninguna defensión

Ayer volví a vencer mi orgullo una vez más (¡esto es un avance!) y decidí hablar otra vez con Eksar, a volver a tantear el terreno a ver qué pasaba. Tiendo a montarme las historias yo solito, y a darles el desenlace yo también, cuando la otra persona normalmente ni siquiera tiene sospechas del tema. Al final descubrí lo que era y por qué me he equivocado en interpretar las situaciones:
-El día que salimos no estaba dócil por mí, sino porque se acababa de liar con uno en la fiesta (aunque lo último ya lo sabía)
-El sujeto en cuestión es hetero y lo hicieron en broma para que otras dos amigas se liaran para ellos (más bien para uno de ellos...). Y ya decía yo que era extraño que alguien con sentimientos hacia los hombres se fuera morreando por ahí sín más trascendencia, y más aún con ejemplares como ése que, todo hay que decirlo, está muy muy bueno. Ahora ya no puedo hacer nada porque su situación está en pleno apogeo.
-Lo de los mails ya cobra todo su sentido, pues el objetivo era una de las personas a las que iba dirigido.
Qué triste, una pena no haberlo cogido en otro momento, pero no podía ser, yo estaba con Osci. Aunque luego haya sido una pérdida de tiempo, eso entonces no lo podía saber. A lo mejor viene bien, porque los dos nos vamos de Erasmus el año que viene y pienso que él es un partidazo que quizá merezca más de 4 meses.
Unos versos de Juan del Enzina (o Del Encina):

No ay quién salga de sus manos,
discretos y no discretos,
a todos tiene sugetos:
judíos, moros, cristianos;
sobre todos los humanos
tiene gran juridición,
¡no ay ninguna defensión!