Skiwurst

*Atención, este post no es apropiado para personas fácilmente impresionables por las heridas*
Ayer estuve esquiando y me hice la lesión más rara que se puede hacer uno en esos sitios. Era la segunda vez que iba, pero ya empezaba a controlar un poco y había aprendido a caerme para evitar torceduras y fracturas.
Lo que no sabía era que el disco de plástico que llevan en la parte de abajo los palos fuera tan peligroso. Debido a la caída, me hizo una raja en el pantalón y parte del muslo. Los del servicio médico casi no daban crédito. Me tomaron la tensión. Les dije que siempre la tenía muy baja. Y tanto que el chico de prácticas (de ojos azules) no fue capaz de encontrar el pulso. Sugerí que a lo mejor era un zombi y me dijeron que a juzgar por lo que había sangrado era bastante probable. Apenas sangré, pero la imagen era un tanto peculiar. Por suerte sólo han sido 12 puntos (uno más y me regalan el DVD) y puedo caminar y sentarme. Esperé un ratito en el hospital, descalzo (mis botas estaban en la empresa de alquiler de esquíes). Cuando llegaron mis amigos al hospital me encontraron devorando un bocadillo de mortadela y una tarta de queso en la cafetería.