Memecuarto (versión exilio)

Dedicado a Hipona que fue la primera en recoger la idea.

Creo que en este tiempo ya he tuneado customizado personalizado mi cuarto lo suficiente como para que empiece a ser propio.
Es una habitación no muy grande para la media alemana: 2 metros de ancho por 5 de largo y un poquito más a un lado para los armarios.
Es bastante nueva. Las paredes siguen siendo blancas y la moqueta... mejor no hablar de la moqueta. Según mi posición sentado delante del ordenador tengo de frente un gran ventanal cuadrado de un metro y medio de ancho, detrás de mí, al fondo, la cama. A la derecha los armarios. Detrás de la puerta (también a la derecha) cuelga un mapa de Dr3sde, un plano de transporte urbano y un bolsillo hecho por mí para meter otros planos de interés (estas cosas ocurren en momentos de ataque de orden).
En la pared cuelga un papel continuo marrón para dibujar, lleno de carboncillo y manchas de pastel, como nos recomendó un profesor, pero que en M4drid no podía hacer porque tengo gotelé (además de ninguna pared). Encima quedan aún restos de celo y cinta de pintor de cuando estaba en época de entregas y tenía colgados ahí todos las hojas de mi trabajo. También hay un cartel que anuncia la reapertura de la línea 3 de Metro y la sustitución del tramo Legazpi-Embajadores por un servicio de autobús alternativo.
A la derecha, en la estantería, estratos de cajas de tecnología alemana, cd's y dvd's, comida, material para maquetas y libros. Entre los libros destaca una gran cantidad de ellos referidos al Bu3n R3tiro y a Madrid (por afición freak extravagante y por necesidad profesional). También está Momo, y esta vez no es el Movimiento Moderno.
Sobre las puertas del armario cuelgan palabras clave y bibliografías del próximo trabajo, la lista de la declinación de los adjetivos en alemán y una explicación sobre la etimología de la palabra jardín y su significado en varios idiomas.
Debajo de la cama están el material para maquetas, los carpetones y los zapatos de verano.
Todo esto aderezado con un delicioso desorden y la ropa recién lavada secándose allá donde se puede colgar.