16.5.04

[crisálida]

Hay que estar en esta carrera para entender muchas cosas, cómo se juega uno el curso en apenas semana y media, cómo los exámenes es la peor forma de intentar aprobar... y no hablo de peloteo, sino de las asignaturas de taller. Consiste en hacer muchas entregas, parecer que has trabajado más que nadie a costa de tus horas de sueño y aseo personal. En este contexto hay que entender un paréntesis afectivo (¿ilusivo?) no como un acto de cobardía, sino de supervivencia. Autoexcusa lo llaman quienes me sermonean, hiperrealismo lo prefiero llamar yo. Admitiré un rechazo en época vacacional, pero no en el momento en el que siempre se mantendrá la duda. Los ánimos están bajos. Pocas horas para recuperarse de un trabajo mecánico y monótono con el Asistente para Dibujo, insatisfacción con el trabajo personal, presión en clase, trabajos de grupo. La suerte son los días como ayer en los que uno trabaja a la vez con gente en su misma situación: trasnochar y madrugar adquieren una nueva dimensión. Se evita además la dispersión. No es esto para nada una renuncia, de hecho esta semana ha habido algunos avances y la ilusión sigue intacta. No me lo quitarán en mis narices, nadie puede tener vida social esta semana. ¿Es acaso el interés de quedar con alguien para conocerlo algo sospechoso? Las opiniones recogidas están divididas al 50%. Sus situaciones personales son de lo más dispares y no es un criterio que deba tener en cuenta. Supongo que no es mi estilo, al menos no el consciente. Después de todo... las veces que me he lanzado al vacío no han salido mal. Es cuestión de tomar aire y aislar las palabras en la cabeza, soltarlas y observar la reacción. Es la mejor manera de no echarse atrás. Es una idea que venía rumiando de hacía tiempo y que cuando te la dice una amiga con las mismas palabras te hace recapacitar... ¿Es el momento? ¿Será el momento? ¿Será tarde?