26.8.05

En resumen

El viaje a Sici1ia fue genial. Hay quien dice que Palermo es sucio, cutre... pues es verdad. Pero ahí está su encanto. Igual que en Roma las casas aprovechaban restos de templos, o las plazas ocupaban antiguos circos, aquí son (infra)viviendas las que ocupan antiguos palacios barrocos. Y es que cuando una ciudad ha sido importante eso se nota. En Sici1ia han estado fenicios, griegos, romanos, normandos, árabes, aragoneses, españoles... y eso también se nota. Hay edificios preciosos de reminiscencias árabes. Hay quien dice que son el germen de las catedrales góticas europeas.
Sici1ia es totalmente mediterránea. La gente saca sus sillas a la calle, da la sensación de que tienen todo el tiempo libre para charlar y estar en la calle. Conducen mal (Italia, al cuadrado). Se come de **** madre. Se nota.
La casa donde nos invitaron era de antiguos pescadores. Toda la cubierta era de azotea. Estaba en primera línea de bahía y se veían las villas, el puerto y el agua azul turquesa. Por la noche yo dormía en la hamaca, en la terraza, con el tintineo de los aparejos golpeando contra el mástil con el viento. Y las olas.
Una noche hizo un viento huracanado que se llevó todo lo que había a mi alrededor: mesas, sillas, ropa tendida, el mismo tenderete. Tardé dos horas en despertarme con todo aquel lío y cuando lo hice me pareció estar en el ojo del huracán Elizabeth.
Aparte de Palermo vimos algunas ciudades interesantes de la costa oriental. Faltó, por desgracia, el Sur y el Oeste. Para otra vez queda. Se admiten invitaciones.
Después vino el pueblo. Vegetar hasta la una. La playa. El río. La montaña. El botellón. La gran cogorza. Lo que viene siendo el pueblo.
Y ya de vuelta a la capital verbenera ultimo todos los preparativos para el gran viaje Erasmus. Dr3sde. Creo que si me hubieran dado B3rlín estaría ahora mucho más tranquilo y eso no tiene gracia. Ahora estoy con la emoción de no saber muy bien a dónde voy. Lo único familiar, el idioma. Pensé en irme a alguna ciudad de Chequia, pero me dio pereza el checo. Hay grandes planes para el nuevo curso y todavía me quedan unos cuantos días por aquí. Y cosas que contar sobre Eksar. Poco a poco.