23.8.05

Los cerdos

Si preguntas en los pueblos de alrededor cómo se llaman los del mío te dirán que "cerdos" (en dialecto local). El pueblo en cuestión no se llama Cerdera de Arriba, ni Cérdalos, ni nada parecido. El gentilicio y el topónimo no tiene nada que ver. He oído que el nombre de los habitantes viene de la costumbre que tienen de apilar el cucho cerca de las calles, (el cuchu o cucho, según la RAE es el abono hecho con estiércol y materias vegetales en estado de descomposición). No sé si es una costumbre sólo de este pueblo, tanto tiempo con una montaña de eso delante de casa hace que consigas no verlas cuando vas a otros sitios.
Cuando era pequeño el pueblo sólo tenía casas, muchas cuadras y una iglesia. Las calles eran de arena y el orín que salía de las cuadras circulaba al lado del camino por un canalito y desembocaba en el río. El río era el mismo que vertía en la playa en la que suelo bañarme. Prácticamente los únicos veraneantes sin familia allí éramos nosotros.
Ahora las cosas han cambiado. Los caminos están asfaltados, los canales son tubos. Las cuadras desperdigadas por el pueblo han pasado a ser una sola en lo alto del monte y ha llegado la concentración parcelaria. Hay una casa rural y se han arreglado muchas otras o se han construido nuevas para albergar a los veraneantes que llegan por la recién estrenada autopista. El río pasa por una depuradora antes de verter al mar.
Sin embargo, los montones de cucho siguen ahí. Ya no huelen, ni afean la vista, ni dan dinero. Ahora son montañas de plantas delante de puertas, al borde de caminos o debajo de hórreos.
La miseria de ese pueblo no estaba en la mierda de vaca, que al fin y al cabo es la más soportable de las mierdas. Lo que ocurre es que hay una especie de afición por ganar para uno lo que era espacio público. Así, por el pueblo también ves montones de piedras (todo siempre cubierto de una espesa vegetación) que un día llegaron allí para no volverse a mover; carros de madera reducidos a sus ejes de permanecer tanto tiempo sin moverse. En general la basura se usa para ocupar el terreno que un día fue de todos, pero que la memoria popular no recuerda.
Cuando las calles estaban sin pavimentar mis padres empedraron el trozo que quedaba delante de casa. Los vecinos tomaron esa obra por el bien común como un intento de apropiarnos el terreno. Desde entonces aparcan siempre el coche allí y realizan actividades varias como pintar puertas, etc. mientras que delante de su casa hay un basurero radiactivo de pilas, medicamentos y leña.

P.D. En el próximo capítulo: el regreso y preparativos Erasmus.