9.10.05

El retorno del Jodi(o)

¡Estoy vivo! (todavía). Siento no haber escrito en todo este tiempo.
Los últimos días en Madrid fueron bastante agitados: cenas, compras, más cenas, una fiesta... Otras tres compañeras y yo celebramos nuestra despedida tipo botellón en las fiestas de Las Roz4s. Preparamos unos chupitos exóticos, pero la gente se había chumado ya antes de tiempo con su propia bebida y no tuvieron el éxito esperado. Estuvieron mis amigos de toda la vida, también un par de amigos gays... cada día lo llevo con más normalidad, aunque aún no lo sepan todos. Por desgracia faltó gente muy importante con fobia a las fiestas multitudinarias (*tos*).

Llevo ya cuatro días aquí. El primer día dormi en B3rlín, con mi familia de allí. Llevaba sin pisar esa casa desde los tiempos del insituto y habían cambiado muchas cosas. La primera vez que estuve la casa era un Plattenbau, un bloque gris de la antigua RDA. No sé si fue la situación, pero hasta acabó gustándome. La segunda vez, la comunidad de vecinos se había puesto de acuerdo y habían cerrado las terrazas y pintado de azul y blanco una cara del edificio. Quedó bastante bien. En la otra cara pintaron unos árboles y un arco iris bastante hortera... supongo que más alegre para llevar el día a día.

Esta semana me tocaba limpiar en la residencia. Decidí meterle mano a la cocina y un alemán se conmovió y me estuvo ayudando. Ahora, de momento, se puede comer sin que te devoren las moscas, incluso se puede entrar sin traje especial. La cantidad de suciedad que había ahí acumulada desde hace un par de meses prefiero no contarla aquí. ¡Incluso el cam3runés se debió de conmover de tanta limpieza y fregó sus platos! Aunque empiezo a sospechar que el que da problemas es Wi. La chica con la que comparto el baño es una francesa encantadora, que aún no domina bien el alemán, pero se esfuerza por socializar y además es muy limpia.

Con el tema afectivo-hedonista estaba bastante desilusionado. Ésta es una ciudad mediana, no se ven parejas de chicos por la calle... Un contraste con Berlín, donde en 10 minutos vi tres. Hasta ayer había salido nada más con la secta, el grupo de españoles. Bastante majos, por cierto. Pero ayer estaban cansados y decidí dar una vuelta y entrar en un bar de ambiente a ver qué se cocía. Nunca antes había salido solo y me daba un poco de miedo. Además, salir así "a conocer gente", por las buenas, sin amigos comunes de por medio o sin presentaciones, no es mi fuerte. Pero bueno, en este tipo de cosas hay que buscarse la peor excusa posible para hablar, poner la mente en blanco para no echarse atrás y soltarlo. No se pierde nada. De hecho ayer no lo perdí... conocí a una pareja (¡mierda!) de chicos bastante majos. Les pregunté un poco cómo estaba el panorama por aquí, por dónde se salía... lo típico. El contacto no llegó a más, quiero decir que aparte de los nombres ni nos dimos teléfonos ni nada, pero ya me sentía un poco más ubicado. Me dijeron que había bastantes gays, que el gaydar (lo que acostumbraba a llamar radar) en el extranjero funciona mal al principio, que a ellos también les pasaba en Cr3ta. Y me consta que en Gr3cia hay bastantes...

De vuelta a mi cuarto estrené mi conexión, que se sostiene gracias a un cacho de celo. Alabado sea el celo. Cuántas cosas habré arreglado yo con semejante invento... Me voy del tema. Decidí chatear un rato en una página que me recomendaron los del bar. Sentí como un retroceso, hacía muchísimo tiempo que no me conectaba a un chat para conocer a gente y me pareció un paso atrás, pero por algo hay que empezar. El caso es que conocí a un chico bastante majo, de Hungría, que al final resultó que vivía un par de pisos más abajo. No sé si quedaré hoy con él a ver qué se cuenta...

Para terminar, una nueva foto de mi serie UFA-Palast, donde se ve el paso de las estaciones. A pesar de ese momento en el que capté la imagen, el tiempo es buenísimo, de veras.