30.5.04

Libre

Ya acabó lo peor, o eso he dejado que crea mi parte consciente, aunque sea sólo por este fin de semana. "Espero que no me defraudéis", Barbudo dixit. Ni nosotros. Después de otra semana de gorroneo en casa de mi compañero de equipo, con sueño de Syal incluido mientras le metía plumillas al AutoCAD. Soñaba que posteaba y me reía. Es que el sueño hace milagros. En la siesta de recuperación me produjo tirones en los dos gemelos que me pasé media tarde sin poder andar.
Aprobado en proyectos. Me siento afortunado después de ver la escabechina. Es raro, como si le hubiera dado un repente. El año pasado, siete suspensos; éste, más de media clase (somos ochenta).
Y ayer... fue un día un tanto raro. Nadie se animaba a salir, estaba todo el mundo como muerto. Al final llamé a un amigo y estuvimos por Chueca. Esta vez sin intentar encontrar a Elvis, sólo a pasarlo bien (aunque mi rabillo del ojo se había vuelto autónomo y continuaba buscando cuellos). Una serie de encuentros casuales con personas que sí me importan amenizaron la noche porque no me gusta la gente con la que acabo por esos lares.
El lechón ha aprobado todo y se presenta ahora a Selectividad. No dejo de sentirme orgulloso, a pesar de que el último mes no haya sido yo quien le haya dado clase.
Mi ex se casa.
Es que Mayo está loco, loco. (expresión cedida por Unam). ;)