Don Baobab de la Mancha (Apócrifo)

Recientemente, he sido censurado de comentar en un blog, de cuya URL no quiero acordarme. Es bien sabido por los que me conocéis mi tendencia a los posts polémicos y cargados de mala educación. Si es así es que no me conocéis. En cualquier caso, varios puntos:

- Nunca falto al respeto, y cuando creo que lo he hecho digo que lo siento (post que sí han considerado oportuno dejar).

- No soy tan hipócrita de aceptar disculpas y acto seguido bloquear los posts de determinada IP (ver comentarios de anterior post).

- Quien dice que su personaje de blog es sólo eso y hace desaparecer a los detractores, es que no se lo acaba de creer y además se ha perdido (o ha vivido en casa) parte de la historia de este país.

Ahí queda, hasta que yo quiera.

De las profundidades

La verdad que no tengo muchas ganas de lírica, ni de hablar de las exposiciones interesantes que he visto en Madrid últimamente, ni de la nieve (que me encanta), ni de mis experiencias en una cátedra de proyectos en la que todo es alegre libertad, de la que soy esclavo, ni de la primera semana sin Osci, ni de las siguientes, ni de coches que se cortan en piezas como los cerdos, ni de un eventual viaje a París, ni de lo mal que me lo he montado para visitar a Dominique en Glasgow.
Sólo quiero decir que ya tengo la receta del tiramisú; eso será suficiente para saciar, por una temporada, mi hambre de letras, amor y demás...