Desde el Jardín de los Hijos

Ayer vi por fin Metrópolis, de Fritz Lang, un clásico del cine que siempre había querido ver pero que nunca estaba disponible en la biblioteca del barrio. Me di cuenta de que al ser un referente para estudiantes de Arquitectura, podía estar en la de la Escuela. Y ahí estaba.

Era una versión restaurada. La película había sufrido mutilaciones a lo largo de la historia y algunas partes de la película estaban descritas, pues ya se habían perdido para siempre.

Lo mejor, los escenarios. Especialmente me gustó el de una pequeña casa estilo alemán sobreviviendo entre altos rascacielos. También me gustó la interpretación de los dos protagonistas; ella con una cara muy magnética, él maquillado de blanco (parece algo común en las películas mudas, pero nunca he sabido por qué). Lo que menos me cuadraba era la historia. Será que estoy demasiado acostumbrado al cine americano, pero primero el patrón aparece como sujeto despiadado, luego son las masas de obreros los despiadados y descerebrados. Y por último un final excesivamente conciliador. Se podría decir mucho más, pero tengo el estómago demasiado vacío.

M,X,J,V... Entrega, qué novedad.

Buf, qué lleno de polvo está esto... Tampoco es de extrañar. Esta semana una entrega cada día. ¿Quién sigue el calendario docente? ¿Para qué? En fin, que escribir era buena costumbre y ya he perdido el hábito. Claro que también estoy superando mi adicción al Messenger. No es tan alto el precio que pago por mi desintoxicación.

En fin, han pasado muchas cosas. El tajine me quedó delicioso -para qué negarlo, no me pasan cosas así todos los días-. Sujeto 1 y 2 han vuelto. Creo que ya he superado todos mis malos rollos, este finde ha sido la prueba. Y Osci se va este miércoles a su pueblo lo cual me viene muy bien para no agobiarme más aún, que con lo de la Escuela ya voy sobrado. El objetivo moralizador, la fiesta de Halloween en casa del artista, compañero de clase/genio, este sábado y todo el mundo disfrazado. No sé aún de qué, pero me quiero maquillar muy guapo, que es una cosa que sólo hago por carnaval. Quizá algo de vampiro, he pensado. Aunque esté muy visto, lo único que quiero es caracterizarme y salir de mí por una noche.

Sielos, empiezo a preocuparme. De aquí a vestir lentejuelas y hacer playback, el canto de un duro...

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Tengo el blog muy abandonado. Desde que conocí a Oscihan pasado dos semanas estupendas, con más o menos trabajo, pero con un chico atento, comprensivo con mi carrera, guapo, nada prepotente, tierno... Aunque no sé cómo seguirá la cosa porque todo ha ido muy rápido y nos estamos conociendo ahora, lo cierto es que estoy muy contento. De hecho estoy planteándome contárselo a la parte de mis amigos que aún no conocen mi faceta personal.

Me ha hecho olvidar el tema pasado hasta un punto que ni yo podía imaginar. Hace 4 días que sujeto 1 y sujeto 2 lo dejaron. De hecho lo dejó 2 porque 1 le dijo que no veía la relación para algo duradero. Y el otro, en un arranque de loable seguridad cortó por lo sano. Luego tenía razón yo en que se trataba de un capricho... Es curioso que no sentí ningún sentimiento fuerte cuando me enteré de la noticia, ya estaba todo asumido. Sólo me satisfizo el no haberme equivocado, pero la verdad me dio un poco de pena por 2 a quien he seguido considerando como un amigo. Lo dejaron justo el día en que intenté romper el hielo preguntando por su relación, claro que en ese momento iba todo bien aún.

Ahora voy a preparar un simulacro de la cena que mañana pienso preparar para unos amigos: Tajine de carne con ciruelas y almendras. Experimento como en pasada cena de equinoccio, que no salió tan mal.