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Por Favor...

...un pellizquito para la impresora de gran formato.

Poco falta

Dominique ha vuelto de su Orgasmus por Navidad. Estuve con ella, Kang, Osci y demás compañía tomando algo en la tetería, como en los buenos tiempos, mientras fumábamos una cachimba. Lo que no perdono es que no nos pasaran a la sala auténtica; aquélla en la que, en penumbra, descalzo y bajo los efectos de ese humo embriagador, uno se da la vuelta a la piel y deja relucir sus intimidades.

A Mallorca en AutoCAD

No soy consciente del trabajo que tengo. Hoy he dormido 9 horas, un lujo en esta época. Para encima no me cunde.

Ayer, para completar, salí un rato. Hice un trato con una amiga para que me ayudara hoy si salía, pero creo que no sale rentable: tardaré más en explicarle qué tiene que hacer que en hacerlo yo. Estuvimos en la Kasa de los Jacintos, que es un bareto de música que está muy bien, en la calle Arganzuela 11. El concierto de ayer era de jazz y los tercios a 1,5 €. Volví a ver a mis amigos del barrio, con quienes me apetece estar cada vez más.

Debe de ser algo freudiano que siempre quiera estar tapado con mi manta durmiendo y no quiera ver el exterior y enfrentarme a ese archivo de líneas de colores sobre fondo negro.

Semanas pasadas y semanas que vendrán

El miércoles fue mi cumple. Mi ello me ha regala'o una sudadera y los dos volúmenes de Kill Bill. Al final lo he celebrado hoy en una cena con mis amigos del barrio. No sabía si contarles lo de Osci o esperar y he vuelto a tomar la segunda opción. Lo cierto es que no hubiera sido mala idea, porque estaban todos, pero no quería ni anunciarlo como si fuera la noticia del siglo, ni decírselo a unos pocos y que los demás se enteraran por otras personas... así que la opción será esperar a vacaciones para decirlo por grupos y que no dé tiempo a que corra la voz o, como me ha sugerido mi amigo Kang, lo cuente a todos aclarando que no es un pregón municipal.

Lo cierto es que cuando en la Universidad empecé a darme cuenta de cómo era yo, me distancié un poco pensando que mi relación con ellos siempre me había hecho una persona alienada. Pero no debía de ser sólo cosa de ellos, porque ahora siento que forman parte importante de mí. Los siento como amigos y quiero poder ser tan sincero con ellos como soy con los de la Uni...

Y su regalo... ¡qué detallazo! Una suscripción anual a la revista de Arquitectura más estupenda.

La cena, de nuevo tajine de carne, pero esta vez la carne estaba tierna [aplausos], estupendo.

Y ahora lo que se presenta ya sí que es lo peor. Sé que siempre lo digo, pero es que es peor cuanto más avanzado está el curso y estos días se acercan las entregas finales y todo se acelera. En fin, dos semanas que sobreviviré seguro, ¡con la mente puesta en las vacaciones!