29.9.05

Alto y Claro

Hoy voy a denunciar a varios cargos públicos.

Hay una señora en Telemadrid todas las mañanas que mira a la cámara fijamente y me pregunta si creo que Zapatero es un encantador de serpientes. Me da miedo su mirada y sus preguntas obsesivas acerca del presidente del Gobierno. Deberían cambiarle el nombre a la tertulia por "Sabor a Zapatero" o "El diario de Joselu". Denuncio que le pagan con mis impuestos.

Hay una serie de ineptos en la comisaría que a estas alturas de la vida no se han enterado de que cuando se extravía un pasaporte hay que denunciarlo. Más aún cuando te lo exigen sus compañeros de la misma comisaría para expedirte uno nuevo. Después de 20 días espero que esté en mi cuarto cuando llegue a allí, no me gustaría que estuviese el mundo lleno de Baobabs, las especies exóticas pueden ser perjudiciales para la flora autóctona.

Y que ya falta menos de una semanita para irme. Contra viento y marea.

24.9.05

Me rebota, me rebota...

Te das cuenta de que te estás haciendo viejo cuando:

- empiezas a pensar que los problemas sentimentales de tus amigos se reducen a un puñado de estándares de comportamiento. Que no somos tan distintos.
- entras en estas constantes contradicciones que de pequeño identificas con el "mundo de los mayores". Empiezas a entender conceptos como la guerra, la pasión... y otros sentimientos peores que no sientes, pero que sabes que existen y que están en el aire.

Te das cuenta de que eres tonto cuando:

- sabes que estás muy lejos entender el mundo y descubres que los estándares son millones.
- con 21 años hablas como si ya fueras viejo.

En C.O.U. odié a Nietzsche y al año siguiente le comprendí perfectamente. ¿Quiero seguridad? ¿Quiero vivir en una constante tragedia griega? ¿Tratar de tocar el arco iris? ¿O mejor un corazón encallecido?

Estoy cursi, lo sé, y con un poco de diarrea mental. Para eso empecé a escribir. Que así sea.

21.9.05

U-Bahnliebe

Algunas tardes cuando vuelvo de la escuela, en el Ramal Opera-Príncipe Pío, un chico con la cara pintada nos obsequia con una actuación al más puro estilo de "Noviembre". El primer día que lo vi, leyó poesía y ayer me hizo partícipe de su espectáculo.
Le hice creer que me dedicaba al mundo del canto y por unos minutos (lo que dura el recorrido entre esas dos paradas) hizo que el señor gris que leía el periódico se inventara un pseudónimo, que la estudiante que pasa siempre a la misma hora en el mismo vagón pareciera en realidad una enamorada de él, que le perseguía con tal de verle una vez más. Incluso aplaudimos a varios viajeros por su coraje en el día a día.
Nos sacó de la rutina, un día más. Y gratis.

20.9.05

Pacman 2. El Retorno del Comecocos

Debe de ser que tengo muchas vacaciones, que el panorama afectivo/hedonista de Sajon1a no es especialmente tentador. O que sencillamente nadie ha ocupado todavía su lugar, a pesar de que no quiero nada serio con nadie.
Pero Eksar tiene algo adictivo, o al menos así parece a todo/a aquél/aquella que prueba la miel. En la cama aprueba por los pelos, pero en el engaño están a punto de darle la matrícula. Empecé estando algo escéptico. No estoy acostumbrado a ser "el primero" y otras cosas bonitas que te dicen al oído. Pero el caso es que acabé por creérmelo y aceptarlo. A fin de cuentas es, con diferencia, la mejor persona con la que he estado, ¿por qué echar a perder una oportunidad así por una Erasmus? Y sobre todo: ¿por qué acabar a mediados del verano una cosa que puede durar hasta octubre?
Entonces llega el primer distanciamiento, se enfrían las cosas, a uno se le presentan tentaciones en bandeja y decide rechazarlas por respeto hacia una persona con la que (de hecho) no se había adquirido ningún compromiso.
Ése fue el primer fallo. El segundo, volver a acostarme con él (aunque he de reconocer también que fue la mejor vez).
Luego volvió la distancia, esta vez en forma de viaje. Y mientras tanto seguía recibiendo mensajes del tipo "ey, qué buen rollito, te escribo como si tuvieras 5 años", que me provocaban ardor de estómago y que, por suerte, me hacían levantar la ceja derecha y tomar distancia.
Es muy difícil de explicar y más difícil de entender. No se puede entender que alguien actúe como un enamorado (las típicas actitudes pegajosas y de dependencia que no se tienen con alguien que no te importa) y de repente un día desaparecer del mapa. Supongo que me falta ver mucho mundo aún, la variedad es infinita.
La distancia ha tenido un doble efecto. Por un lado dejar de echar de menos las cosas reales que he llegado a conocer de él. Por otro, aumentar la nostalgia por las cosas que quizá nunca existieron en él pero que yo esperaba encontrar y que quizá nunca llegue a saber si las hubo o no.

17.9.05

Semana Fantástica (en el Corte Inglés, será)

Estoy contentísimo.
Va uno al médico, se hace unos análisis con una finalidad y le encuentran a uno de todo. Como por ejemplo que tengo las tr4nsaminasas altas.
Lo que significa que no puedo beber y, en función de la causa de esto, aún por resolver, quizá tampoco irme de Erasmus.

12.9.05

La catedral de Ruan

5.9.05

Hoy es uno de esos días

Hoy he hecho mi primera compra de soltero. Después de la siesta (este dato es importante para comprender el alto grado de empanamiento que llevaba) me he acercado al ALDI, que es como el LIDL, en precio y hasta en el nombre. He tratado por todos los medios de evitar los alimentos ricos en grasas insaturadas que están por todas partes. Al final he comprado müsli para el desayuno, leche entera (nada que ver con el aguachirri que nos dan en España), tomates, arenques en aceite, una especie de jamón curado sajón, papel higiénico y zumo. Iba yo cargadito, cuando pago en caja y digo que me pongan dos bolsas de plástico. Pues bien, en ALDI no es que no te las den, es que ni siquiera las venden. La cajera amablemente me ha invitado a usar una caja de cartón de embalaje y me ha dado un par de bolsas de la fruta, demasiado endebles para llevar nada en ellas.
Pongámonos en situación. Yo, en pleno centro de Dr3sde, con una caja de la fruta bajo el brazo y apoyá en la cadera, cual violetera. Me dirijo hacia el tranvía, porque mi residencia no está muy cerca del supermercado. Según me acerco empiezo a oír una música conocida, clásica, que resuena en toda la plaza. Los Plattenbauten, los omnipresentes bloques grises, parecían ahora grandes altavoces. La música, aún sin identificar, me dio ánimos y marcaba mi paso, sospechosamente marcial.
Entre la música, un mitin. Habla de ecotasas y trabajo. Un mitin de Los Verdes, pienso. Al otro lado de la calle, cuatro furgonetas de la policía vigilan que todo transcurra normalmente; en mi lado, unos antidisturbios muy raros vestidos de verde y con porras, pero sin protección. Al cruzar la calle reconozco el compositor de la obra. Me asalta la sospecha. Pregunto a un tipo "quién habla hoy?". "El NPD, pero ni tú ni yo vamos a ir ahí", me contesta. El NPD es el partido de la ultraderecha alemana y Wagner, un compositor del que seguramente no conocen nada.
A lo lejos desaparece la manifestación, compuesta por unos 50 descerebrados y seguida de unas 15 lecheras de la policía con las luces brillando. Hay que cerrar los ojos e imaginar la escena: Un espacio muy abierto, música de Wagner y el destello de luces azules.
Con el shock me equivoco de tranvía, me tengo que bajar en una parada que no es la mía e ir a casa andando. Pero el parque es grande, la noche está al caer, me desoriento, aparezco en una plaza que no es y vuelvo a escuchar Las Walkirias (o como quiera que se escriba). Activo el modo turbo y desaparezco rápidamente del lugar.
La llave de la residencia no funciona. Es una tarjeta y se habrá doblado. Me abre una chica. Subo a mi piso y tampoco abre... llamo a la puerta y me abre un chico que nunca había visto antes. Vuelvo a la lucidez: "Es este el número 30 de la X-Strasse?". "No, es el 31".

Fdo.: El chico de la caja de fruta

4.9.05

Cuatro días.

Ya son cuatro días aquí y ya hay demasiadas anécdotas que contar. El primer día llegué tarde y tuve que dormir en albergue, pero de esa manera me dio tiempo a visitar las residencias y decidirme por la que tengo ahora. 11 m² de habitación que aquí les parecen una mierda y a mí me parecen un lujo. Ocho compañeros de unidad habitacional de los cuales sólo he llegado a ver a tres. Un chino, una alemana y un camerunés. El resto existe, pero no sale de su habitación y cuando van al baño nunca me da tiempo a salir a saludarlos. Deben de ser fotofóbicos.
El que está siempre a la vista, cocinando o viendo la tele, es Wi. Wi es de Wa-Had (o algo así le he entendido), que es una ciudad en el centro de China que va a desaparecer con la construcción de la gran presa. Tiene que ser duro que desaparezca el lugar en el que naciste. Supongo que en ese aspecto, Dr3sde tiene bastante en común con Wa-Had. Aquí la ciudad vieja (Altst4dt) tiene unos pocos monumentos, casi todos reconstruidos. El resto son viviendas de la RDA y espacios libres propios de ese urbanismo positivista que tanto daño a hecho en toda Europa. Actualmente se han derribado muchos de esos bloques neutros y se está tratando de recuperar el antiguo tejido urbano. Tengo mucha curiosidad por saber cómo ha cambiado el régimen de la propiedad después de una guerra y un régimen comunista. Tiene que ser curioso, al menos desde mi punto de vista pervertido por la Arquit3ctura.
El otro día me sacó por ahí mi tutor, que es un tío al que la Universidad paga por llevarnos de bares y ayudarnos los primeros días. Dentro de la normalidad sajona, es un tío bastante guapo. Pero al final resulta que ni es sajón ni entiende, primer fichaje fallido.
Hoy he estado en N3ustadt. Aquí sí se han conservado casi todas las casas y está lleno de graffitti, bares, tiendas interesantes... y el mejor restaurante de kebabs en el que he estado nunca. Creo que la vida está aquí.
El tranvía que me lleva a casa pasa por "Wild3r Mann", que significa "Hombre Salvaje". Suena a versión alemana del Tío Raimundo, el del Pozo. Yo por si acaso no me he acercado hasta el final de la línea.
El lunes me enfrento de nuevo a la burocracia. Esta vez, abrir cuenta bancaria. Seguiremos informando.