30.11.05

(De)Volviendo

He estado con el ánimo bajo. Se hace de noche a las 16:30 y eso se nota. Creo que paso demasiado tiempo conmigo mismo y he estado a punto de caer en una depresión, yo creo que a causa del estrés de los últimos meses, que cuando se manifiesta lo hace en pleno invierno, lejos de casa y bastante tiempo después...

Por suerte parece que aún me acuerdo de los primeros capítulos de La conquista de la felicidad de Bertrand Russell. De los últimos no porque nunca me lo llegué a acabar...
Y por eso me he puesto activamente a salir de mí y de mi ombligo. Procuro disfrutar con el buen hacer de mi trabajo, distraerme todos los días un rato, no tener la sensación de estar perdiendo el tiempo, ver cosas, charlar con amigos. Y, claro está, escribir en el blog, que es una buena terapia. De alguna manera había que retomar la costumbre y con esto empiezo.

Han sido unas semanas raras. Por un lado llenas de cosas interesantes, de trabajos exitosos, alguna excursión y buenas experiencias. Y por otro esa sensación de agobio y extrañas obsesiones que emborronaban todo.

Pero yendo a los hechos concretos, que a fin de cuentas es lo que hay, creo que han sido unas semanas positivas. Efectivamente el polaco, llamémosle Florent, tenía un piercing. Y efectivamente mi detector de entendedores funciona bien. Fue un cúmulo de casualidades lo que me llevó a saberlo, que ahora no viene al caso contar. Aparte de eso, ya no hay la magia del principio. Las conversaciones ya sólo son casi sobre cosas académicas. Además tiene un novio desde hace casi tres años. Y meterse en medio de una relación cuando el interés es bajo, no es rentable para nadie (dicho en términos bancarios).
Conocí a un chico por Internet (Klaus) que parece que coincide bastante conmigo y con el que me he entendido con bastante facilidad desde el principio (aquí no hay que pensar ni bíblicamente ni nada, es en el sentido más casto de la palabra). El fin de semana fui a su casa. Vive con su ex, que además también estudia lo que yo y cenamos, los tres en armoniosa compañía, la primera tortilla de patata realizada enteramente por mí. Muy rica y con un toque crujiente en el exterior. Y así quedó la cosa. Creo que la buena impresión personal fue mutua (qué aséptico ha quedado esto) y desde entonces tonteamos un poco, pero sólo un poquito y por el Messenger, haciendo que todo vaya muy lento, para tener tiempo de darle más vueltas a la cabeza y pensar sobre mi felicidad y sobre lo que quiero.

Los días ya van a mejor, se acaba la temporada de trabajos más duros, se acercan viajes... lo que venga, vendrá o como diria Doris Day: "guoreva güil bi, güil bi". Auf Wiederposten.

14.11.05

P o r q u é e s e nudo e n e l e s t ó m a g o a l p r o y e c t a r

"Cuando tengo entrega me parece que nunca tengo tiempo y que mi proyecto no está bien y me entra el nudo y no como no duermo y me agobio" Dominicq

Este personaje de sexo incierto, encarnado en un cuerpo de mujer a través de una bocanada de humo, representa (al menos) el 50% de los estudiantes de Arquit3ctura. Aquéllos que entraron en la Escuela con igual, peor o mejor nota que el otro 50%.
Para los que el pr0yectar no es un trabajo duro, sino casi un trauma. Póngame a investigar sobre la construcción romana en los primeros siglos del Imperio, o sobre la cultura del j4rdín en la antigua Babilonia. Calcule yo todas y cada una de las cargas a las que está sometida una estructura existente o mida el volumen de tierras movidas en un terreno.
Pero mándeme pr0yectar la casa de mis sueños (aún peor que la de los sueños de otro) y colapso.
Después de una fructífera conversación hemos llegado a dos posibles causas:

a) La falta de autocrítica. A lo cual Dominicq ha hecho una enmienda a la totalidad y hemos alcanzado el consenso en "falta de autocrítica constructiva". La incapacidad de abstraerse lo suficiente de la propia creación como para ver dónde están claramente los fallos.

b) La falta de un objetivo claro en el proyecto y/o la falta de decisión en la vida cotidiana. "Construye una residencia para 500 ancianos". ¿Es mejor que vean la calle o un patio con naranjos y una fuente? ¿Que vivan en pasillos largos o cortos? ¿O mejor en pequeñas casitas individuales? ¿Las zonas comunes en el medio, no? ¿Ahí no había puesto el patio? Entonces llega el trágico momento de la decisión en el que hay que sacrificar algo y uno no sabe si está sacrificando hasta su nota. El pr0yectar no es un proceso lineal y a menudo hay que volver atrás y deshacer lo andado, lo cual es muy traumático y explica los atracones de trabajo de última hora de los estudiantes del ramo ("¿pero no puedes llevarlo al día?"). ¡NO!

Para esta facción de estudiantes que no se equivocaron de escuela, sino que la escuela se equivocó en lo que tenía que esperar de ellos, hay quizá dos posibles soluciones:

a) Trabajar en equipo. Ser sometido a crítica constantemente por alguien de confianza. Cuanto antes mejor, no sea que llegue demasiado tarde. Lejos de ser traumático es bastante reconfortante. De hecho, cuando se comparte espacio de trabajo, es más fácil que uno mismo se ponga del lugar del que critica sin que éste abra la boca.

b) Marcarse pequeños objetivos diarios, o incluso microobjetivos de 10 minutos. En los que empezar a proponer algo, sin ataduras, sin rumbo fijo. Algo que rellene el papel en blanco; algo que criticar, comparar con lo que hay, romper, tirar o mandar como postal a un amigo para felicitar la navidad. Trabajando es cuando llega la inspiración productiva. Y pararse a pensar qué es lo que uno quiere o prefiere, escribirlo con letras grandes y pegarlo al borde de la pantalla del ordenador. Para que quede bien grabado mientras se pierde el tiempo en el Messenger...

7.11.05

Vendedores 2

Cuando alguien se mete demasiado en mi ámbito privado, saca lo peor que hay en mí.
Cuando alguien trata de venderme algo sin que se note, lo noto y me enerva.
Y cuando alguien hace las dos cosas a la vez Baobab X Y puede llegar a ser Mr. Hyde, aunque esta vez me controlé.

Un señor viejo blanco y un señor más joven negro miran con linterna los buzones de la residencia. Baobab X Y pasa junto a ellos y se dirige a su nido. Entra en su cuarto. Suena el portero automático.

Baobab: Hallo?

Voz: Señorrrrr Y grriegaaa?

Baobab X Y mira al cielo y piensa "mal empezamos".

Baobab: Ja, ich bin Herr X.

Voz: ¿Le puedo hacer una pregunta? ¿Cuánto le interesa la Biblia? Mucho, poco, nada...

Pasan unos segundos. Baobab se acuerda de ciertos episodios interesantes. Algunos muy interesantes. Se pregunta inquieto por qué tienen que llamarle al telefonillo hablándole en español. ¿Acaso no saben que nació en Vietnam y no domina la lengua materna?

Baobab: Poco.

Voz: En ese caso, ¿quiere que suba a hablar con usted? Tengo algo de información que podría interesarle.

Baobab: Nein, stecken Sie es bitte in den Briefkasten und ich lese es später...

La voz capta la hostilidad en el trato en alemán y accede a dejar el panfleto en el buzón.

Esta historia sí es 99% real. Me miré el panfleto por encima y no me quedó claro a qué confesión estaba adscrito. Creo que eran testigos de Jehová. Aún así tuvo la desfachatez de volver una semana más tarde a contrastar opiniones sobre el texto. Le dije que me había interesado mucho, pero que prefería informarme yo por mi cuenta sobre los verdaderos contenidos de la Biblia.

No sé, Hipona, creo que prefiero que me la expiques tú. Me da más confianza.

2.11.05

Vendedores

Un grupo de españoles habla en el bar de era5mus. Entra en escena una chica a la que nadie había visto antes con una sonrisa más amplia de lo socialmente aceptado en en lo que al trato con desconocidos se refiere.

Chica de Cheshire: Hola. ¿Hablan ustedes español?

Grupo: Sí.

Chica d. Ch.: Qué bien, ¿de dónde son?

Español de X: Yo de X y ellos de Z.

Chica: Si quieren podemos hablar en español.

Grupo: Ajá. [Silencio largo]. ¿Tú has estado en España?

Chica d. Ch.: Sí, estuve un semestre en Pamplona. Estudio idiomas, inglés y español sobre todo.

Españoles de Z: Si quieres podemos quedar para hacer un tándem.

Chica d. Ch.: Esperen.

Saca varios papeles del bolso. El grupo espera una tarjeta de visita.

Chico de Z: [Lee con cara de póker] Comunidad Evangélica. Juegos de sociedad de todo el mundo. Comida oriental. Tarde de cine...

Chica d. Ch.: Sí, allí pueden conocer a mucha gente, es como esto pero un poco más familiar. Además les ayudamos a encontrar prácticas en una empresa o por si tienen alguna duda con su estancia aquí.

Chico de X: Uf, menos mal que alguien me ayuda. ¿No sabrás por casualidad dónde diablos están aquí los bares de ambiente?

Esto es una historia de ficción, cualquier parecido con los hechos reales acaecidos es pura coincidencia.